• +(+34) 659837172
  • bluemagmalapalma@gmail.com

Anémona gigante

Anémona gigante

Telmatactis cricoides

Telmatactis / Club-tipped anemone / Keulenanemone

Anémona gigante (Tematactis cricoides)


Taxonomía

La anémona gigante (Telmatactis cricoides) es una especie de animal invertebrado perteneciente al filo de los cnidarios.
Los cnidarios se clasifican actualmente en 7 clases diferentes. Entre ellas, se encuentra la clase de los antozoos (o anthozoa), que alberga todos aquellos cnidarios conocidos que presentan exclusivamente forma de pólipo: anémonas y corales.
El orden de las anémonas de mar (también conocidas como actiniarios o actinias) comprende aproximadamente 1200 especies descritas, de las cuales 28 pertenecen al género Telmatactis (familia Isophelliidae).


Distribución

La anémona gigante ha sido observada en regiones del Atlántico-Este (Islas Madeira, Islas Canarias, Cabo Verde y Santo Tomé); en el Atlántico-Oeste (Bermudas, Venezuela, Brasil, St. Paul Rocks y Fernando do Noronha); Atlántico-Central (Isla de Ascensión); y en el Mar Mediterráneo.


Identificación


Anatomía básica

La anémona gigante comparte la anatomía de la inmensa mayoría de las anémonas.
Posee un cuerpo con forma cilíndrica, en cuyo extremo basal dispone de un disco pedal que la anémona utiliza para fijarse al sustrato.
El extremo apical del cilindro forma el disco oral, con una cavidad bucal ubicada en el centro en forma de hendidura, y circundado por la corona tentacular. Esta corona está formada por un máximo de 90 tentáculos de hasta 15 centímetros de longitud dispuestos de forma radial en anillos concéntricos.
La anémona gigante es la más grande de las anémonas que se pueden encontrar buceando en Canarias. El diámetro de su corona tentacular puede superar los 30 centímetros.
Los tentáculos, gruesos, cónicos y terminados en un engrosamiento redondeado, contienen nematocistos, unos orgánulos formados por células urticantes (cnidocitos) provistas de neurotoxinas paralizantes.
El interior del cuerpo de la anémona está constituido por la cavidad gastrovascular, cuyas funciones son el mantenimiento del equilibrio hídrico y la digestión del alimento.
La capa externa está formada por fibras longitudinales análogas a las fibras musculares humanas, que recorren el cuerpo desde el disco pedal hasta la corona tentacular y que la anémona puede contraer o extender, variando su tamaño considerablemente, según necesite protegerse o alimentarse.
Por tanto, los tejidos celulares que componen las anémonas son elásticos y de consistencia gelatinosa, lo que les permite resistir las corrientes marinas y soportar estos cambios de tamaño corporal.
Las anémonas no tienen órganos sensoriales especializados. En su lugar, tienen un sistema nervioso primitivo, sin centralización, que coordina los procesos necesarios para el mantenimiento homeostático y las respuestas a los estímulos del entorno.
Habitualmente, la anémona Telmatactis cricoides es bicolor, aunque con patrones de coloración muy variables (rosa-blanco, marrón-blanco, marrón-naranja, verde-rojo, …). Se han registrado 25 patrones de coloración diferentes de la anémona gigante en las Islas Madeira y Canarias.


Comportamiento


Hábitat

Vive en sustratos rocosos, principalmente en lugares poco iluminados como paredes de veriles, bajo rocas y cornisas, en oquedades, cuevas, túneles y pecios, ubicados en el rango de los 0 a los 40 metros de profundidad.
Aunque generalmente inmóviles, la anémona gigante puede desplazarse lentamente utilizando su disco podal en busca de lugares más adecuados para su supervivencia.


Alimentación y actividad

La anémona gigante es un depredador principalmente nocturno.
Se alimenta de zooplancton, pequeños peces, crustáceos y moluscos que captura con sus tentáculos.
Cuando estos animales entran en contacto con uno de los tentáculos de la anémona gigante, recibe una inyección de veneno que lo paraliza.
A continuación, la anémona repliega sus tentáculos e introduce la presa, todavía viva, en la cavidad gastrovascular donde será digerida.


Reproducción y ciclo vital

Las anémonas pertenecientes al género Telmatactis se pueden reproducir por vía sexual y asexual.
Se reproducen asexualmente mediante dos procesos.
El primero de ellos es llamado fisión transversal. En esta forma de reproducción, el animal se divide, comenzando por el disco pedal, en dos individuos genéticamente idénticos e independientes (clones), aunque ambos con una corona tentacular incompleta y una boca descentrada. Las anémonas resultantes de la división corregirán estos desajustes en los siguientes días.
El segundo método de reproducción asexual de la anémona gigante es la laceración pedal, por la cual pequeñas anémonas se desprenden del disco pedal de la anémona adulta.
En la reproducción sexual, las anémonas asumen roles femenino y masculino. La anémona hembra produce huevos, que serán expulsados cuando estén preparados para ser fertilizados por la anémona macho (fecundación externa). Los huevos eclosionarán y de ellos saldrán larvas de anémona que permanecerán suspendidas en la columna de agua hasta asentarse en el sustrato y adquirir la forma de pólipo.


Interacciones biológicas

Algunos animales han desarrollado una inmunización a las neurotoxinas de la anémona gigante y con frecuencia se la puede ver acompañada de ciertos crustáceos decápodos que buscan protección entre sus tentáculos.
Un estudio realizado por el Centro de Ciencias Biológicas y Geológicas de la Universidad de Madeira en el año 1996 (y publicado en la Revista de la Sociedad de Zoología de Londres en 1997) esclareció que un total de 19 crustáceos que habitan las aguas de las islas Madeira y Canarias han desarrollado relaciones simbióticas con la anémona gigante.
Al menos 6 de estas especies de camarones y cangrejos podemos encontrarlas en La Palma: el camarón jorobado (Thor amboinensis), el camarón de lunares (Gnathophyllum elegans), la lady escarlata (Lysmata grabhami), el camarón de rayas marrones (Brachycarpus biunguiculatus), el camarón espinoso (Stenopus spinosus) y el cangrejo araña (Stenorhynchus lanceolatus).


Posibles confusiones

La anémona gigante presenta un alto grado de polimorfismo cromático.
De hecho, durante un estudio complementario al anteriormente citado (a cargo también del
Centro de Ciencias Biológicas y Geológicas de la Universidad de Madeira), se registraron 25 patrones de coloración diferentes entre el archipiélago canario y de Madeira (22 en Islas Canarias).
Este gran abanico de tonalidades puede confundir al observador y llevarle a pensar que se trate de alguna otra especie de anémona. Sin embargo, todas estas coloraciones, aunque diferentes, pertenecen a una misma especie.
Por lo tanto, si la anémona presenta una coloración que no nos resulta familiar, pero cumple con el resto de características propias de la especie (con especial atención a su tamaño característico), lo más probable es que se trate de un ejemplar de Telmatactis cricoides.


Precauciones

La anémona permanece fija en el sustrato y su capacidad de movimiento es muy limitada si se compara con la de otros organismos que habitan el océano. Esto convierte a la anémona en una presa fácil.
Como estrategia de adaptación, la anémona ha desarrollado unas células capaces de generar neurotoxinas con un gran poder urticante.
Además, como hemos visto, las anémonas pueden servir de hogar a individuos de otras especies.
Por tanto, se aconseja bucear siempre con flotabilidad neutra y evitar el contacto físico, protegiendo a la anémona gigante, a los que con ella habitan el fondo y protegiéndonos a nosotros.

admin

Deja un comentario

Ir a la barra de herramientas